Una vez más como es tradición cada verano había que subir al banco más bonito del mundo para ver uno de los mejores cielos de la península, en la imagen junto al Pico Veleta.
Noche de verano, con historia que contar pues a la subida hicimos la buena obra del día rescatando a una pareja que se había quedado tirada en plena noche lejos de la civilización, donde no hay luz, donde no hay cobertura y donde no hay nadie… excepto 2 locos que con cámara y trípode se disponían a inmortalizar nuestra galaxia.
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